Reflexiolicias sobre plásticas
Reflexiones + delicias = Reflexiolicias
Acaso como debieran ser todas las reflexiones si no quieren morir de vanidad, vejez o aburría.

Lo primero que quise ser cuando era un (feliz) nene fue inventor: uraniano fuerte, solo podía tener la idea, pero conté con la ayuda de mi viejo, saturnal como la Roma festiva. Me ayudó a probar una bolsa de consorcio como paracaídas de un juguete, y luego diseñó uno. Pronto vino el auto hecho de cartón papelhigienítico, con ruedas que fueron tapas de gaseosa tronchadas con clavos al rojo, hornalla mediante. No muy lejos asomó mi proyecto solitario de crear a las Chicas Superpoderosas en el galpón, juntando en una olla agua, crayones y flores arrancadas; torpe, olvidadizo como el adulto que terminará siendo, el niño olvidó la Sustancia X. Entre medio vino una muy sólida autopista hecha, por supuesto, de tubos papelhigios, para la comodidad de bolitas que usaba al jugar al opi.
Luego vendrá el Leo dibujante, cual canguro ocultando a su cría literaria. Mientras, mamá me llevaba al planetario a hacer desastres con témpera. También dibujaba cuentontos que escribía, agrupados en dos volúmenes. El primer compilado era una carpeta anillada gigante; luego, un cuadernito Gloria. ¡La crisis editorial! Orgulloso hijo de mi época, y ya bastante más mayor, producía cartas de Yu Gi Oh con mis propios monstruos, poderes, puntos de ataque...
Los próximos yoes, por desatinos míos o ajenos, enseriaron, resecaron: cuando apagó el fervor por las artes marciales o los inutilventos se apersonó el niño abogado que defendía a sus compañeros en trifulcas; como buen leguleyo oportunista ave negra pasó a querer ser presidente de la nación. Con repentinas e inconscientes ganas de ser pobre optó por ser niño filósofo, psicólogo... Y en la adolescencia llegarían los más firmes: el músico, el escritor, el brujo, el agricultor. Sin darme cuenta, en el aula, durante toda mi secundaria, hacía breves helépolis con reglas, biromes, boligomas.
Qué multitasking este tipo, un polímata dijo nadie, porque ni uno solo de los Leos que fui y que soy no es demasiaaado hábil en su trabajo que digamos. Pero hace ya tiempo que lo hace con la delicia incorporada. Y para bien de bienes, casi todos los Leos que fui regresaron: tengo obras de teatro políticas, canciones y/o poemas filosóficos, creaciones como los dialectos, los glifos, la Isopsefia, etcétera.
Pero con el dibujante las negociaciones vinieron truncas, y no le di todo el empuje que pudiera al inventor dentromío. ¡Hasta estas últimas semanas!
Desde antaño repleto un cuadernillo con dibujos, sin mucha mayor intención. En los últimos meses estuve contemplando usar mi propio trazo infantil (pues dibujo tal y como lo hacía a los 6 años) para insuflarle más vida a mis Intersticios, fragmentos cortos, como hacía Girondo con su primer poemario, o Lennon en sus ignotos dos libros. Todo se venía empujando subterráneamente, hasta el momento de irrumpir en mi vigilia: Fran me pidió dibujos para un single suyo, que si bien no tomó tal cual, usó como inspiración. El entusiasmo de mi viejo y querido amigo, y de Kar, su novia, me fue el trampolín de confianza.
Ahora mis dibujos, mis instalaciones, son orgulloso brazo añadido a mi espalda. En toda su ingenuidad y espontaneidad reconozco lo que se dice arte bruto, sin pretensión técnica ni profesional, sin anhelos exitistas. Me es un oasis de relajación, de libre flujo, para descansar. Lo plástico conserva una cualidad de lo inmediato, de beso furtivo, no de caricia lentamente construida que puede generar el desarrollo de una lectura o de una escucha. Ambas en conjunto harán un coito mejor.
Celebro así la materialidad (que no el materialismo) acopiando ramas de árbol, quemando hojas para pintar con sus cenizas, atando plumas de palomas y dibujando con crayones baratos sobre hojas baratas.
Se vienen, entonces, los Poemas Sólidos, los talismanes, y cosas que sólo son lo que son y no quieren ser más que lo que son.
¡Jung, gracias por la imaginación activa! ¡Blake, por el fruto distinto en ramas múltiples de mismo árbol! ¡Xul, por la potencia primitiva!
Y si lo anterior te fue, amigx, un tedio fuerte, te lo resumo todo en esto:
Agarro lo que puedo y lo intervengo, como puedo