Nuevo invento: sistema eneacimal/novenario
Se ve que es un año de mucho honrar al niño inventor que fui! Y, cómo no, me crece volcanes de alegría.
Para la parte final de un libro que espero publicar (desafío terrible, por que está ilustrado y tiene muchas páginas) decidí utilizar una numeración menos abstracta, que retroceda casi al hermoso tiempo de los pictogramas. Aunque sigue siendo un ideograma, se basa, sencillamente, en el conteo de líneas sucesivas. El 0 equivale al punto central que luego se incorpora al uno, la barra central, y de ahí sumaremos hasta llegar al 9, número de mis obsesiones, que engloba ya a los demás.
Ni más, ni menos.
Primer imagen: el 9 total pero con aditamentos de color, para aumentar su esoterismo.
Segunda: las equivalencias
Tercera: mi fecha de nacimiento, mi edad actual y mi número según la Numabra (de la cual ha de ser un complemento)
Cuarta: otros n´úmeros para probar sus aplicaciones, pero principalmente, para tejer numábricamente los valores de un poema de agradecimiento a Los Dioses por este nuevo contento arrobador.
Quinta: un potencial mandálico con los años de nacimiento de mis queridos inmortales. El tercero es el año de Blake, por ejemplo.