Hacia un traductor del neocriollo
En medio de mis ingentes trabajos sobre la Numabra (cargar su base de datos, armar plantillas con las constelaciones y lecturas posibles, darla a conocer, ampliar su futuro libro) ebrio de dicha, de esos constantes empujes que Xul me da desde alguna Bría, me puse a aliarme con la inteligencia artificial para bosquejar un algo parecido al diccionario neocriollo que bosquejaba en los últimos tiempos de su existencia, allá en el retiro del Delta.
Me vino de la nada misma o del mismísimo Todo. Quién sabe.
¡Como si no fuera suficiente locura la empresa numerológica, ahora la duplico! Pero siempre dionisíaca; es el cobijo que me da el oficio muymago de Xul, su vida entera, lo que me hizo sentir menos solo al momento de construir mis templos de telgopor, inventar palabras, encarar sin cobardía el Libro de Quienanda, el disco lulliano-dadaísta, los dibujos en cartón, los glifos, los juegos de mesa y ahora la Numabra. Es lo más parecido a un maestro que podría tener, aunque suelo llamarlo amigo, con toda esa mi desfachatez que en algún lado molestará.
Quizás sea un proyecto más redondo que la Numabra, más autoconclusivo que la gran aventura hidalga del connubio cabalístico. Espero poder armar un motor que traduzca a varios idiomas velozmente. Creo que cuento con gente genial, hábil, muy tolerante a mis desvaríos, para esta segunda empresa, apéndice de la primera.
Es parte de las intenciones esbozadas en mi artículo escrito en lo tocante a su encarcelamiento museísta. Limaré una reja aunque sea, con los dientes si es preciso. Algún día vendrán los pianos cromáticos y barajas de tarot de venta libre, los campeonatos de pan-ajedrez…
Lo bello del neocriollo, de su asistematización, es cierta capacidad de acción del hablante sobre sus signos: acaso dificulte un poco más la comunicación, pero no es nada que no puedan resolver muchedumbres de hablantes y años de habla. Años por delante, y comodines frescos para errar.
Y para irlo inaugurando, la bien-conducida-inteligencia-artificial, que puede obrar facilidades, ha de traducir (con muchiiiisima ayuda, pero qué importa) algunos fragmentos amados, de Cervantes, Whitman, Holderlin, Li Bo y Blake. ¡Porque ya que invocamos un mago, que hagan concilio los demás!

Proyecto Fachada Ciudad
En un luga de la Manxa, d´ cujo nome non quier acordarme, non ha muito qe moraba un ome de lanza n´ estantí, adarga añeja, rofla i galó prestue. Un olli d´ más rumemansa qe capri, salpicón las tronoches, duelos i roeduras los díasaturni, lénteja los díaveni, algún birde de sobra los díasol, tragaban triparti d´ su estanza. Lo qe sobrá dava pa un capí d´ velarte oscuro, calzo de véllude pa sacridía, con pántufli del mesmo máter, i los jornos entresemana pásaba n´ su vellorí bien llustruo i recio.
En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lantejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas, con sus pantuflos de lo mesmo, y los días de entresemana se honraba con su vellorí de lo más fino.
Miguel de Cervantes Saavedra - El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (1605)
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Noche n´ Puntemplo;
manálzadi cariñea estrellas,
mas we no parlalti:
no turbe cielentis.
Noche en el Templo de la Cumbre;
al alzar la mano se acarician estrellas,
pero no hablemos en voz alta:
no asustemos a los moradores celestes
Li Bai - En el Templo de la Cumbre - S. VIII
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Mentras caminé en los fuegos d'Hades, gocián d'los plaeres d'genio—tormentos i locura pa los anjos—recojí algos d'proverbios suxos. Pensé qe, así como los dichos usan n´ naçiones p'intindír su carácter, los provios d'Hades revelan la natura d'sapienta hadial melior qe mil descriptos d'edifícios o vesimentas.
Al retorno mui casa, en'l abisme d'cinco sentires, n'llanaza d'abajo fruncía'l rostro contra'l munto presente, vi un diabro pódero enlluvado n'nubras negras flotón cerca d'los lados d'roca. Con fires qe corrosían, escribión esta mantra, ya percibida x'mentes humanas i leyida sobre'l terral:
"¿Cómo sabes qe cada birde
qe corta'l camino airo
no es un munto vasto d'delisio,
cerrón x'tus cinco sentires?"
Mientras caminaba entre los fuegos del infierno, deleitado con los goces del genio, que a los ángeles les parecen tormento y locura, recogí algunos de sus proverbios, pensando que, así como los dichos que se usan en una nación marcan su carácter, los proverbios del infierno muestran la naturaleza de la sabiduría infernal mejor que cualquier descripción de edificios o vestimentas.
Cuando regresé a casa, en el abismo de los cinco sentidos, donde una pendiente plana frunce el ceño sobre el mundo actual, vi a un poderoso diablo envuelto en nubes negras flotando sobre los costados de la roca; con fuegos corrosivos escribió la siguiente oración, ahora percibida por las mentes de los hombres y leída por ellos en la tierra: "
¿Cómo sabes que cada pájaro
que corta el camino aéreo
no es un inmenso mundo de deleite,
cerrado por tus cinco sentidos?"
William Blake - Un capricho memorable - El Matrimonio del Cielo y el Infierno (1790)
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Simpli i fresqi i justi desdel´ invierno cerqisaliente,
como si modue, négojes, pólites, nunkesidos,
del rinco solei, pasto guardáu, inoscente, golde,
sereno cual l'álbula,
l´ primer dandelio d'primavera asoma'l rostro confián
Sencillo y fresco y justo desde el cercano invierno emergente,
Como si nunca hubiera existido ningún artificio de la moda, de los negocios, de la política,
Desde su rincón soleado de hierba protegida, inocente, dorada,
tranquila como el amanecer,
El primer diente de león de la primavera muestra su rostro confiado.
Walt Whitman - El Primer Diente de León - Hojas de Hierba (1891)
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¡Ah, nuestro puevlo futuro no sólo deve ser recognoscío por su drapo; tode deve rejuvenesé, tode nel deve ser radicambiáu; hai de poné más gravedá en los goci i más álegra en l'worke. Ni la más chica cosa, ni la más cómuna, deberá cumpliese, sin l'espíritu i l'dívinis. Que'l amore, l'odio, i cada une de nos dichos pasmen l'azombro d'l vulg i que nenguna mirada nos traiga al pensal de un pásado sin glore.
¡Ah, nuestro pueblo futuro no debe reconocerse sólo por su bandera; todo ha de ser rejuvenecido, todo en él debe ser radicalmente cambiado; hay que poner más seriedad en los placeres y más alegría en el trabajo. Nada deberá cumplirse, ni la cosa más insignificante o más común, si el espíritu y los dioses. Que el amor, el odio, y cada una de nuestras palabras pasmen de asombro al vulgo y que ninguna mirada nos haga recordar aun un pasado sin gloria.
Friedrich Hölderlin - Hiperión (1797)